Madrid, 10 jun (EFE).- Los reyes han conversado este miércoles con representantes de las dos asociaciones nacionales del sector del taxi, Fedetaxi y Antaxi, quienes les han expresado su pesimismo sobre la recuperación de la actividad debido a la caída del turismo, a la cancelación de eventos y al teletrabajo.

En la videoconferencia mantenida desde el Palacio de la Zarzuela, don Felipe y doña Letizia se han interesado por el impacto de la crisis en el sector y han valorado el trabajo desempeñado por los taxistas durante el estado de alarma para garantizar la movilidad de las personas.

El presidente de Antaxi, Julio Sanz, el responsable en funciones de Fedetaxi, Miguel Ruano, y otros cargos que también son taxistas en activo han asegurado que la situación es «aún muy complicada» y que «va a ser necesario mucho tiempo para reactivar la actividad y volver a una relativa normalidad», han informado fuentes de la Casa Real.

Aunque estiman que va a haber un trasvase de usuarios del transporte colectivo al taxi, consideran que el incremento de facturación rondará solo entre el 8 y 12 por ciento, por lo que las perspectivas de servicio hasta final de año «no son halagüeñas» y se mantendrían los números rojos en el sector.

Hasta final de mayo, la facturación ha sido entre el 10 y el 20 por ciento menos de lo que suele ser habitual y la actividad ha disminuido un 75 por ciento, si bien ahora está remontando entre un 20 y un 40 por ciento según las comunidades autónomas.

Para Fedetaxi y Antaxi, el desplome del turismo nacional e internacional va a suponer un descenso de la demanda en aeropuertos, estaciones de tren y autobuses, puertos y hoteles.

La suspensión de festivales, conciertos, fiestas populares, congresos y pruebas deportivas, la promoción del teletrabajo y el descenso de las salidas de ocio nocturnas son los otros factores en los que las asociaciones basan su pesimismo sobre la recuperación.

En España, hay 63.494 titulares de licencia de taxi, de los cuales el 98,3 por ciento son autónomos y alrededor de 35.000 conductores son asalariados, lo que engloba a unas 100.000 familias.

Los representantes de las dos organizaciones han relatado a los reyes que ya en febrero se empezó a notar «de forma sensible» el descenso de la actividad a raíz de las noticias sobre el coronavirus en China y otros países asiáticos y que en marzo la caída de la movilidad fue drástica.

El desplome de la circulación urbana de taxis obligó a reducir la flota que podía trabajar a diario y se reflejó en que la solicitud de servicios por aplicaciones móviles o emisoras fue solo de un 10 por ciento respecto a lo habitual hasta la última semana de mayo.

Los miembros de las dos asociaciones han subrayado los servicios gratuitos que muchos taxistas hicieron de forma solidaria para sanitarios, ancianos, pacientes y otros colectivos. EFE